¿Qué es una crisis asmática?
Cuando respiramos el aire entra y sale de los pulmones a
través de las vías respiratorias, los bronquios.
Las personas con asma tienen sus bronquios inflamados. Esto
hace que no sean tan eficaces a la hora de dejar entrar y salir al aire.
La inflamación reduce el espacio dentro de los bronquios.
Esto dificulta el paso del aire, sobre todo cuando sale con la espiración.
En una crisis se suman tres factores que hacen que cueste
más que pase el aire:
La inflamación del bronquio es mayor
Hay una contracción de los músculos que rodean los bronquios
Los bronquios se obstruyen y se produce más moco
Todo esto hace que quien tiene una crisis pueda tener:
Dificultad para respirar y/o respiraciones más rápidas
Dolor u opresión en el pecho
Pitos o respiración silbante
Tos
Habla entrecortada: no pueden decir frases seguidas y tienen
que parar para hablar
En las crisis más graves, color azulado en los labios o las
uñas
¿Por qué se desencadenan las crisis?
Los asmáticos tienen vías respiratorias muy sensibles a
ciertos elementos o sustancias (desencadenantes) que no suelen afectar a los
que no tienen asma. La exposición a esos desencadenantes puede causar una
crisis asmática.
Algunos de los desencadenantes más frecuentes incluyen:
- el humo del tabaco
- el aire frío
- el ejercicio físico
- las infecciones, como los resfriados
Muchas asmáticos también tienen alergias. En ellos, los
alérgenos (la caspa de los animales, los ácaros del polvo, el polen de plantas
y árboles, el moho) y los elementos que provocan síntomas alérgicos también
pueden causar crisis asmáticas.
No todos los niños con asma son alérgicos, pero como se
asocian muchas veces, es razonable hacer pruebas de alergia a todos estos
niños.
¿Qué tengo que hacer cuando mi hijo tiene una crisis?
Como las crisis pueden ser peligrosas, se deben tratar de
forma precoz con la medicación broncodilatadora que le haya dicho el pediatra.
Hay que aprender a identificar los síntomas iniciales de las
crisis: tos, cansancio inusual, sueño inquieto... Estos síntomas pueden variar
de unos niños a otros e incluso de unas crisis a otras.
Un medidor de flujo espiratorio máximo es un dispositivo que
mide cuánto aire se exhala de los pulmones. Puede ayudar a predecir cuándo
viene una crisis asmática, aunque no se pueden prevenir todas las crisis.
Tener a mano una serie de instrucciones (el plan de acción
contra el asma) puede ayudar a saber cómo actuar en cada caso. El plan tiene
que incluir:
una lista de los factores que desencadenan los síntomas en
este niño y la forma de evitarlos
una lista de los síntomas a los que se debe estar atento y
qué hacer cuando los tenga
los nombres y dosis de los medicamentos que hace falta
tomar, con una indicación de cuándo se deben usar.
Hablar con el pediatra sobre la elaboración de ese plan
escrito, que da instrucciones sobre cómo tratar los cambios en la respiración,
ayudará a saber qué hacer, incluso en casos de emergencia.
Si los síntomas hacen pensar que ha comenzado una crisis:
Tranquilizar al niño
Mantenerlo en un
ambiente relajado
Dar la medicación de rescate según el plan de acción que
hemos preparado con el pediatra
Si no responde o la mejoría dura poco debe valorar ir a
urgencias. Lleve una copia del plan de acción para el asma de su hijo o una
nota con los nombres y las dosis de los medicamentos que toma. Esto ayudará a
que la actuación en urgencias sea más eficaz.
¿Cuándo acudir al pediatra o a urgencias?
Estará mejor preparado para tomar esa decisión si lo
consulta con su médico antes de que su hijo tenga un crisis grave.
Las instrucciones deben estar dentro del plan de acción para
el asma. Este puede incluir las lecturas del medidor de flujo máximo o los
síntomas que indican que hay que ir al médico.
Si el niño tiene edad suficiente, él también debe saber
cuáles son estos signos:
una respiración sibilante constante
si su hijo usa reiteradamente medicamentos de rescate y los
síntomas de las crisis no ceden después de 5 ó 10 minutos, o reaparecen pronto
si hay cambios en el color de su hijo, como labios y uñas
azulados o grises
si su hijo tiene dificultad para hablar
si las zonas debajo de las costillas, entre las costillas y
en el cuello se retraen visiblemente con la respiración
si la lectura del flujo máximo de su hijo es menor del 50%.
¿Cómo sé que la crisis ha pasado?
Cuando la medicación de rescate hace su efecto, el asmático
nota la mejoría de la entrada de aire disminuyendo la sensación de ahogo u
opresión en el pecho, los pitos o la tos. Esta mejoría se va manteniendo de
forma más prolongada durante más tiempo después de usar el broncodilatador.
Si usa un medidor de flujo máximo sus valores vuelven a
estar en el área verde (su mejor valor +/- 20%)
¿Puedo prevenir las crisis?
Para un mejor control del asma de su hijo y evitar las
crisis en lo posible hay 5 pasos básicos:
Evitar los desencadenantes del asma
Tomar la medicación preventiva de control del asma según las
indicaciones del médico. Aunque su hijo esté mejor, no se debe saltar ninguna
toma
Colabore con el pediatra de su hijo para elaborar un plan de
acción contra el asma eficaz
Conocer los síntomas que anuncian un empeoramiento del asma
Tenga siempre a mano, usted o su hijo, un inhalador y un
espaciador. Usarlo de forma precoz si se inicia una crisis
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