Estos son algunos de los pasos que debemos llevar a cabo a
la hora de tratar de dar primeros auxilios a una persona que presente
quemaduras:
La asistencia inmediata del quemado es sencillamente
eliminar la causa de la quemadura: apagar las llamas, retirar el producto
químico del contacto con la piel…, todo ello para disminuir la agresión
térmica. Para apagar las llamas, se debe hacer que la persona ruede.
Buscar otras posibles lesiones como hemorragias, fracturas…
Se tratará siempre primero la lesión más grave.
En quemaduras de primer grado, cremas hidratantes y
especialmente el aloe vera resultan muy beneficiosas.
Refrescar la zona quemada: para ello, podemos aplicar agua
en abundancia (20-30 minutos) sobre la superficie quemada, evitando que sea muy
fría, porque podemos provocarle hipotermia. Previamente, hay que quitar al
quemado ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor.
Envolver la lesión con gasas o paños limpios, humedecidos en
agua. El vendaje ha de ser flojo.
Qué no hacer:
Hay ciertas acciones que en ningún caso se deben llevar a
cabo, ya que resultarían dañinas para el enfermo:
Aplicar pomadas, cremas, pasta dentífrica… sobre la
quemadura. Sólo agua.
Enfriar demasiado al paciente, solamente la zona quemada.
Dar agua, alcohol, analgésicos… por vía oral.
Romper las ampollas, pues el líquido que contienen protege
de la posible infección. Al romperlas abriríamos una puerta para la entrada de
gérmenes.
Despegar la ropa o cualquier otro elemento que esté pegado a
la piel.
Dejar sola a la víctima. En caso de tener que ir a pedir
ayuda, la llevaremos con nosotros, siempre que sus lesiones lo permitan.
Apagar las llamas de la persona con agua. Siempre se deben
apagar haciendo que ruede o cubriéndolas.
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