Uno de los primeros ejercicios que se pueden recomendar a la
hora de contrarrestar los síntomas propios del nerviosismo, esa es la
relajación. Como sabemos, se trata de una técnica natural que beneficia a la
persona.
Aunque lo ideal es practicarla cada día durante al menos
media hora, con sólo unos minutos ya podremos beneficiarnos de sus virtudes.
Para ello, en primer lugar debes tener en cuenta las
siguientes pautas básicas:
Escoge siempre un lugar adecuado, en el que vayas a estar
tranquilo/a. Incluso si lo necesitas, desconecta el teléfono y apaga el
teléfono móvil.
En caso de que la relajación la vayas a realizar en tu casa
y tengas a más familiares alrededor, diles que no quieres ser molestado/a
durante un tiempo determinado.
Elige siempre ropa cómoda, evitando aquellas prendas que
puedan incomodarte.
Nunca hagas relajación justo después de comer, sobretodo
después de una comida copiosa. Puedes quedarte dormido/a.
Una vez sigas estos pasos, puedes practicar un interesante
ejercicio para la los nervios. Te lo explicamos paso a paso a continuación:
1) Túmbate sobre una superficie rígida, pero en la que te
sientas cómodo/a.
2) Coloca el cuerpo boca arriba. Lo ideal es que coloques
las piernas ligeramente entreabiertas, extendiendo los brazos a lo largo del
cuerpo.
3) Ahora cierra los ojos y no te muevas, quedándote
totalmente inmóvil.
4) En este momento comienza plenamente la propia relajación
en sí. Para ello, fíjate en cada uno de tus músculos, concentrando de forma
sucesiva tu atención en cada uno de los músculos de tu cuerpo. Trata de
relajarte todo cuanto puedas, alejándote de la tensión que hayas acumulado no
sólo en los propios músculos, sino mentalmente. Haz lo mismo con tus brazos y
piernas.
5) Una vez que los músculos estén en calma, trata de relajar
la mente. Una buena técnica consiste en visualizar aquellas imágenes que te gusten
y te produzcan placer.
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